lunes, 18 de agosto de 2008

Monte Santigo - Mirador del Nervión


Hoy, aprovechando que, contra todo pronóstico, el día ha amanecido soleado, nos hemos puesto en marcha para dar un pequeño paseo por uno de esos lugares únicos: El Monte Santiago y el Mirador del Nervión.

La ruta comienza en el área de recreo del Monte Santiago, a la que se accede desde la carretera que sube al puerto de Orduña. Por cierto, merece la pena una parada en esta ciudad bizkaina antes de enfilar el ascenso al puerto para tomar un pintxo y dar una vuelta por su casco histórico. Allí podemos encontrar una oficina de información en la que nos explicarán esta y otras rutas de la zona. Pero seguimos, que me enrollo. Una vez hemos ascendido el puerto de Orduña, continuamos un poco y a unos tres kilómetros nos encontraremos un panel informativo que indica el camino a seguir para llegar al área recreativa. Seguimos por la pista un par de kilómetros más para llegar a la Casa del Parque, en la que nos indicaran los posibles recorridos que podemos realizar.

Hay varias opciones, de entre las cuales nosotros hemos elegido una sencilla: una vuelta de unos seis kilómetros. Saliendo de la Casa del Parque, tomamos la pista que se dirige hacia el Mirador del Nervión. Se trata de un terreno completamente llano salpicado por algunas sombras (atención a los tábanos ya que en esta época del año están muy activos). La senda discurre por magníficos hayedos que han hecho merecedor al Monte Santiago de la declaración de "Monumento Natural".

En el camino nos toparemos con un viejo muro de piedras superpuestas; se trata de una de las dos antiguas loberas del Monte Santiago. Los lobos eran conducidos hasta estos muros, que les impedían huir, y eran empujados hacia una fosa donde eran tiroteados o lapidados. Esta escena esta perfectamente recreada con unas estatuas de pastores persiguiendo a un lobo hacia el foso.

Dejamos atrás el muro y continuamos por la pista principal hasta llegar al impresionante Mirador del Nervión. En este punto encontramos una plataforma colgada del vacío que permite disfrutar de una magnífica vista de la cascada del Nervión cuando el cauce lleva agua. En esta ocasión y como durante la mayor parte del verano, permanece seco.

Proseguimos la caminata por un sendero que se interna entre los árboles por la orilla del acantilado y que nos obsequiará con unas espectaculares vistas del Circo de Delika. En este punto también se pueden ver buitres que nidifican en las cornisas y salientes y sobrevuelan la garganta.

La sombra y la belleza de las hayas volverán a acompañarnos durante este tramo, y en poco tiempo volveremos a aparecen en la Casa del Parque, donde daremos por terminado nuestro recorrido.

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