El nacimiento del río Urederra

Tras un largo puente en el que hemos disfrutado de la compañía de los amigos y de algún que otro paseo por la naturaleza, volvemos de nuevo con las pilas cargadas. En esta ocasión os propongo uno de esos paseos que hemos realizado. Se trata del nacimiento del rió Urederra, en la localidad de Baquedano, en Nafarroa.

Aparcamos el coche en uno de los parkings que se encuentran a la entrada del pueblo de Baquedano para comenzar a pie nuestro paseo. El camino se encuentra perfectamente señalizado y balizado. Podemos aprovechar el paso por el pueblo para llenar nuestras cantimploras en la pila que se encuentra junto al frontón. Justo detrás de este comienza la senda que se dirige hacia el rió Urederra.

Sin duda, el mejor momento para disfrutar de este paseo es otoño, cuando la luz deja entrever todos los matices y los arboles se llenan de amarillos, naranjas y rojos. Las hojas caídas en el suelo forman una alfombra dificilmente mejorable.

El recorrido es sencillo y al alcance de cualquier persona aunque si pensamos ir con bebes tenemos que tener en cuenta que no podremos llevar una silla ya que el camino, en ocasiones tiene escalones naturales y pasos estrechos.
Una vez hemos llegado al nivel del rió, comenzamos a ascender siguiendo su curso. El recorrido se encuentra balizado para preservar la integridad del entorno, dada la gran cantidad de visitantes que recibe. Además, en los lugares estratégicos se han colocado miradores, de forma que podemos detenernos a admirar el paisaje o realizar fotografías. A cada paso que avanzamos, nos quedamos absortos contemplando la belleza del paisaje, las pozas con aguas cristalinas y el contraste con los arboles llenos de color.


En la parte final del recorrido, llegando a la pared desde la que surge el río, la ascensión se va haciendo un poco más dura, sin llegar nunca a ser complicada. Al final, una pequeña cascada sobre una poza y un bello paraje para descansar y recuperar fuerzas para la vuelta.

La vuelta, la podemos hacer por el mismo camino, siguiendo el curso del río, o bien tomando un desvió que encontraremos al llegar a una cerca y que se dirige hacia la izquierda, que si bien no es tan bonito como el primero, nos va acercando al pueblo subiendo de una manera más progresiva y cómoda.

En definitiva, un precioso paseo al alcance de cualquiera.