Viernes de cine

La extraña que hay en ti (The brave one) es la nueva y esperada película del cineasta irlandés Neil Jordan.

Interpretada por Jodie Foster, Terrence Howard, Nicky Katt, Naveen Andrews y Mary Steenburgen, La extraña que hay en ti cuenta la historia de Erica, una locutora de radio de New York que vé como su vida se derrumba cuando ella y su pareja son víctimas de una brutal paliza durante un paseo vespertino; tras despertar de un coma de varias semanas y recibir la noticia del fallecimiento de su pareja, Erica se encerrará en sí misma, incapaz de salir a un mundo exterior que, por vez primera, la aterra. Pero la angustia, el miedo y el odio harán mella en la reportera que, incapaz de superar la tragedia, decidirá tomarse la justicia por su mano.

A pesar de ser algo irregular, Neil Jordan es uno de esos directores cuyas películas siempre merece la pena visionar; desde sus orígenes con En compañía de lobos, pasando por títulos como Nunca fuimos ángeles, Juego de lágrimas, Entrevista con el vampiro, Michael Collins, Contracorriente, El buen ladrón, o su genial y última película hasta el momento, Desayuno en Plutón, el irlandés puede agradar en mayor o menor medida al espectador pero, indudablemente, sus películas suelen ser un bálsamo de relativo buen cine en un panorama actual en el que actores y guionistas suelen supeditar su trabajo al CGI.

Por desgracia, La extraña que hay en ti no es, ni mucho menos, una de las mejores obras del director, pero como suele ser habitual en él, contiene ciertos detalles que la salvan de la mera mediocridad. Y es que La extraña que hay en ti parece una película profunda realizada para mentes ociosas, o lo que es lo mismo, su guión resulta en ocasiones excesivamente masticado.

Lo que pretendo decir, fuera de querer resultar gafapasta, es que La extraña que hay en ti podría haber dado mucho más de si, sobretodo si tenemos en cuenta los aspectos positivos que nos ofrece la película: en primer lugar, tenemos a una Jodie Foster y a un Terrence Howard espléndidos, tanto en sus interpretaciones individuales como en su compleja a la par que curiosa relación, sin duda lo mejor del film; por otro, nos encontramos con una evolución en el guión más que interesante, arrancando con una historia de claros tintes dramáticos que, de repente, evoluciona a un thriller con ecos introspectivos.

Pero el conjunto no convence; al menos, no del todo, incluso en algún momento puede llegar a aburrir.

Jugando siempre con la ambiguedad de actos y palabras, a un servidor no le ha quedado demasiado claro el mensaje, si es que pretende tenerlo, de La extraña que hay en ti, con uno de esos desenlaces que algunos quizá eleven a genialidad, mientras que otros lo tacharán de mera estupidez. Así pues, la película parece en ocasiones una apología al ojo por ojo a la par que una crítica a la insensibilidad de una burocracia ineficaz, mientras que en otras se nos antoja diametralmente opuesta, ofreciéndonos tanto un descenso a los infiernos en el que el personaje interpretado por Jodie Foster descubre cómo la venganza la ha convertido en otra persona, como una complicidad por parte del agente de policía interpretado por Terrence Howard que ratifica tanto la ineficacia de dicho sistema como la frustración e impotencia de la víctima.

Puede que, efectivamente, esa sea la intención del irlandés: mostrar con objetividad la subjetividad de los diferentes puntos de vista de una misma historia. Pero, por un lado, nos encontramos con que esa supuesta ambiguedad no hace sino confundir al espectador y, por otro, que algunas de sus secuencias y diálogos, al tratar de resultar excesivamente obvios y asequibles en beneficio de una trama que se complica precisamente por esa ambiguedad antes mencionada, pecan de pedantes.

De todos modos, resulta interesante. Le doy un 5'5 sobre 10.

Por Txema, para El Almirez
Via SinPelosEnLaLengua