"Se dedicó a gandulear durante dos meses. No sabía ni qué quería ni que podía hacer, y empezó a dudar sobre el valor de hacer nada. Comía en casa de sus conocidos, y se limitaba a haraganear durante el resto del día. Se compró una bicicleta de segunda mano y daba largos paseos por los accidentados senderos cercanos a Fourways.
La gente decía: “Está pensando mucho ese chico, Ganesh. Tiene muchas preocupaciones, pero se pasa el día venga a pensar.”
A Ganesh le habría gustado que sus pensamientos fueran profundos, y le molestaba que fueran simplezas, trivialidades pasajeras. Empezó a sentirse un poco extraño y temió estar volviéndose loco.”
El sanador místico, de V S Naipaul
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