martes, 2 de septiembre de 2008

El sanador místico

No apareció nada en los periódicos sobre este acontecimiento, pero al cabo de dos semanas toda Trinidad sabía de la existencia de Ganesh y sus poderes. La noticia se propagó gracias a la rumorología local, el servicio de Negrograma, eficaz y poco menos que clarividente. A medida que Negrograma divulgaba la noticia, se magnificaban los éxitos de Ganesh, y sus poderes alcanzaban la categoría de olímpicos.
Se presentó la Gran Eructadota, que había estado en Icacos, en un funeral, y se echó a llorar en el hombro de Ganesh.
-Al fin has descubierto para que tienes mano-dijo.”

- El sanador místico, de V S Naipaul -

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