El sábado, como buenos balmasedanos, nos pusimos calzado de monte y realizamos la popular subida al Kolitza. Esta ocasión era un poco "especial" ya que era la primera vez que Gerlinde, Eleder y David cumplian con la tradición y llegaban hasta la ermita de San Sebastian y San Roque. Mientras subíamos desde el Portillo del Gato, recodábamos como no hace muchos años subíamos con botellas de vino en la mochila y, en esta ocasión, lo que llevábamos a la espalda eran los pekes, que ya pesan lo suyo.
Arriba, degustación de txakoli, buen ambiente y un día espectacular para disfrutar del paisaje y la compañía. Alguno hizo incluso su particular petición al santo (veremos si se cumple o no). Tras el descenso, barbacoa, amigos y una bonita tarde en la porkeriza. Habrá que repetir.
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3 comentarios:
La verdad que fue un bonito y gran día!!! este fin de semana todo pinta a lo contrario, cómo no!!
Eso sí, le hice una promesa a San Sebastián (de haber sabido que era éste el Santo, me lo hubiera pensado un par de veces antes) que, caso de cumplirse, tengo que subir desde abajo...
Eso de que subes desde abajo lo tengo que ver yo... Por cierto, ¿ subirías también en vaqueros? No me lo pierdo!
Ya era hora de que alguien diese el glamour que se merece a tan importante ascenso!
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