lunes, 29 de diciembre de 2008

The Spirit, el cómic

Siguiendo con los fantasticos regalos de este año no puedo dejar de hacer un post sobre este cómic clásico: The Spirit de Will Eisner, en edición cartoné con sobrecubierta y 240 páginas.
Además, y como bonus, la nueva serie de The Spirit, de Darwyn Cooke (Catwoman).

Will Eisner está considerado, más que uno de los padres del cómic (que también), el pilar básico de la historieta moderna y la novela gráfica. El historietista nacido en Nueva York en 1917 y fallecido en 2005, logró a partir de 1940, tras varios trabajos iniciáticos en distintas publicaciones, crear los patrones cuasi institucionales que actualizarían, renovarían y ayudarían a que el cómic o la historieta al cabo del paso de los años pasara a ser considerado un arte como cualquier otro que abarcaba las diferentes edades del público potencial y no sólo la infantil o juvenil.

Fue en los años anteriores a que EE.UU. se decidiera a participar en la Segunda Guerra Mundial cuando apareció su más importante (por la repercusión que terminó por derrochar dentro de la 
disciplina) y memorable creación: The Spirit. La historia de Denny Colt, un detective que después de estar tras la pista del malhechor Dr. Cobra recibe por accidente un baño de líquido con diversos componentes químicos que forman parte de un experimento y que, a causa de reducir sus constantes vitales casi al cero por el impacto, será dado por muerto y enterrado. Horas después se despertará de su letargo, escapará de su tumba y antes de aclarar la situación se mantendrá en el anonimato y recogerá una nueva identidad, Spirit, verdad que sólo le será revelada al comisario de policía Dolan. De este modo, Denny Colt aprovechará su situación de enmascarado para lograr una ventajosa e independiente posición en su lucha contra el crimen.
De esta forma, Eisner no sólo elabora desde la simplicidad un personaje rico en matices y con 
elevadas posibilidades de tramas argumentales, sino que al mismo tiempo lo cincela en un marco narrativo de siete páginas por número que muestra técnicas de maestro aventajado al resto: ahorro discursivo, encuadres de viñeta con cinética elaborada desde el tratamiento del color o el claroscuro y diversas innovaciones que hacen fácil lo complejo. Lo que otros necesitaban contar en un comic-book entero, Eisner te lo contaba en la sección de un suplemento dominical.


Eisner dejó la colección de entregas a partir de 1942 en manos de otros colaboradores al ser llamado a filas, pero en 1945 la retomó y no la abandonó hasta 1952, años en los que pulió todavía más esta historieta fundacional. El espíritu de la ciudad marcó época, al mismo tiempo que sigue manteniendo la frescura y la agilidad aún sesenta años más tarde. Será porqué en los bajos, medios y elevados fondos todavía siguen corrompiéndose los pilares básicos de la sociedad.
La aventura de acción y misterio siempre tendrá un padre: Will Eisner, y un espíritu errante que atravesará la narrativa de muchos cómics posteriores.

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